Condenados por narcotráfico en Catamarca son hermanos del líder de Hezbollah en la Triple Frontera

La extradición de Brasil a Paraguay del líder de Hezbollah en la Triple Frontera, Assad Ahmad Barakat, produjo conmoción en Catamarca, donde están presos dos de sus hermanos, Fadel y Barakat, condenados como partícipes necesarios en el delito de “fabricación de estupefacientes en concurso real con el delito de almacenamiento de materias primas para la fabricación de estupefacientes” en la localidad de Salvador Maza, en este último caso como coautores.

El fiscal federal Rafael Vehils Ruiz, encargado de la investigación, llegó a la conclusión de que “los hermanos Barakat no eran comerciantes, sino que formaban parte de una organización criminal donde financiaban aportando sustancias y dinero” y el Tribunal Oral Federal de Catamarca les impuso una pena de 12 años.

Semanas atrás el caso volvió a estar en el tapete porque la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal rechazó un recurso presentado por la abogada de los hermanos Barakat y confirmó la condena, basada en la sentencia dictada en noviembre de 2018 en Catamarca, por el TOF catamarqueño.

Entre sospechas que empezaron a circular de que los hermanos Barakat colaboraban con la financiación de la actividad de Hezbollah en la Triple Frontera.

Doble crimen de Icaño

El viernes 10 de diciembre de 2010, en la pequeña localidad catamarqueña de Icaño, Mario Alberto Córdoba asesinó de un disparo en la cabeza a Hiladia Vallejos y de varias cuchilladas en el cuello a Ángel Chame. La mujer era la mamá de Elías Exeni. Uno de los investigadores le confió a TN.com.ar que el hecho «habría sido un ajuste de cuentas narco porque Exeni le habría mexicaneado U$S 600.000 a algunos colombianos».

Al día siguiente, los policías regresaron a la escena del crimen para realizar una inspección papiloscópica, pero antes, en un espacio destinado para un baño privado, que no tenía puerta ni inodoro, encontraron una «cocina»: botellas con acetona, éter sulfúrico, ácido clorhídrico, amoníaco en solución, pearlitol mannitol, dipirona y un cuñete de 25 kilos de lidocaína. Y una bolsa de nylon con 289,3 gramos de cocaína.

En una habitación contigua había más sustancias de estiramiento: 54 botellas con éter sulfúrico; 25 envases con acetona; 4 unidades con ácido clorhídrico; y uno con líquido inodoro transparente, es decir, 84 recipientes con elementos, aunque comprados a otros laboratorios.

La Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) revisó en 2016 la trazabilidad de las mismas en el Registro Nacional de Precursores Químicos (RNPQ) y llegó a uno de los vendedores: Droguería Libertad. La farmacéutica se las vendió en 2006 a José Luis García Coronado, empresario de Salvador Mazza, que compartía domicilio con Barakat Barakat y Fadel Barakat, a 290 metros de la frontera con Bolivia.

Los investigadores, entonces, apuntaron a los hermanos Barakat, que tenían otro domicilio en Tartagal, también de Salta, bajando por la Ruta Nacional 34. Droguería Libertad les envió allí 80 kilos de lidocaína y 31 kilos de cafeína, es decir, 111 kilos de adulterantes de clorhidrato de cocaína.

En un tercer allanamiento hallaron 79.150 kilos de bicarbonato de sodio en 3.166 bolsas de 25 kilos cada. Y en un cuarto operativo, 6.370 kilos más en 318.500 sobrecitos de 20 gramos cada una. Esta sustancia se la compraron a otro proveedor. Los Barakat fueron detenidos, procesados y embargados. Exeni, dueño de la «cocina» de Icaño, se dio a la fuga, pero caería tiempo después en Buenos Aires.

Quién es Assad Ahmad Barakat

El Gobierno brasileño extraditó el viernes pasado a Paraguay al libanés Assad Ahmad Barakat, que es acusado de liderar una organización en la triple frontera entre Brasil, Paraguay y Argentina dedicada al blanqueo de capitales y que ofrece financiación al grupo chií libanés Hezbollah.

El libanés fue detenido en septiembre de 2018 en la ciudad brasileña de Foz do Iguazú, en la triple frontera, por el crimen de falsificación de documento y fue extraditado debido a que en su contra había una orden de captura internacional expedida por la Interpol desde Paraguay, informó la Policía Federal brasileña.

Barakat, cuya extradición fue autorizada este año por el Supremo Tribunal Federal (STF), estaba preso desde septiembre de 2019 en las celdas de la Superintendencia Regional de la Policía Federal en la sureña ciudad de Curitiba, capital del estado de Paraná.

El extraditado “fue conducido en helicóptero hasta la ciudad de Foz do Iguazú, donde fue entregado a las autoridades paraguayas en el (fronterizo) Puente Internacional de la Amistad”, según el comunicado de la Policía Federal.

Pese a las diferentes acusaciones en su contra, el libanés sólo fue detenido en Brasil y extraditado a Paraguay con base en el proceso que le abrió la Justicia paraguaya por falsificación de documento.

Ello debido a que el libanés obtuvo nacionalidad paraguaya en 1989, que le fue retirada por orden de la Corte Suprema en 2007, lo que no le impidió renovar irregularmente su pasaporte como ciudadano de Paraguay en abril de 2018.

De acuerdo con informes de inteligencia de Estados Unidos citados por la prensa paraguaya, el libanés está vinculado al llamado “Clan Barakat”, integrado presuntamente por libaneses sospechosos de blanqueo de capitales y de financiación a Hezbollah.

Según tales informes, Barakat lidera una organización criminal de lavado de dinero desde su centro de operaciones en una galería ubicada en Ciudad del Este, la segunda urbe de Paraguay e igualmente en la triple frontera.

La Unidad de Información Financiera (UIF) de Paraguay ordenó hace dos años congelar bienes y dinero de miembros de dicho clan por su supuesta relación con delitos de contrabando, falsificación de dinero y documentos, extorsión, tráfico de estupefacientes, tráfico de armas, lavado de activos y financiación del terrorismo.

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